24.8.06

Hoy soy un bodegon


Pongamos que soy un cuadro.

Hace tiempo fui un cuadro en colores, fui la pintura de un almendro en plena flor, fui flor misma de las que se pintan radiantes y a veces hasta fui la misma pintura. A veces me salía de este cuadro para verme desde fuera ¡Qué fácil que era entonces echar a volar! Cuando mis piernas no pesaban, cuando el Sol me sonreía…era cuando mis kilos no coartaban aquella libertad. Entonces el cuadro también se oscurecía, siempre he tenido mis cambios de color, pero justo aparecía un buen curso de pintura, me aliviaba el alma y me hacía una restauración.

Ahora que lo pienso ¿Qué fue de quellas fuerzas? ¿Dónde se marchó mi voluntad? ¿Cuánto tiempo he dormido sin verme siquiera?,¿y por qué justo ahora me he de despertar?

Se ha caido el cuadro de mi almendro, se ha roto y hay que volverlo a pintar, quiero ser el mismo cuadro, quiero ser dueña del almendro y quiero tener la misma facilidad para volar.

Me dices que escriba lo que siento, pero hoy por hoy mis manos me desobedecen, y escriben también mis sentimientos, aunque no se si lo parecen.

Volviendo al cuadro, hoy, soy un bodegón, pintado por la manos de un recuerdo, un recuerdo que ha perdido su color, igual nunca se pinto en colores.

En mi bodegón los platos no son grandes, los vasos no conocen ni el vino donde me crie.Pero de comida tenemos buen surtido, ¡Qué nunca pases hambre! ¡Como debe ser!. Y si se te ocurre irte al bodegón de enfrente, ese que esta pintado de color, mi surtido no será diferente porque hoy la que no debo pasar hambre soy yo.

La comida sustituyó a los verdes campos, los almendros los he cambiado por un jarron en blanco y negro, las flores por un tierno trozo de pan, el cielo lo cambié por mis tardes de encierro, y las nubes por mis ganas de volar.

Suerte que ya me he despertado, y el cuadro, lo he mandado a restaurar, un buen pintor me dijo un dia: ¡Que hermoso es tu cuadro!, lo tienes que enseñar

Y en eso ando ahora. Intentando enseñarme otra vez a pintar, porque nunca fui tan mala pintando como en estos ultimos años , porque nunca se me dio tan mal como para dejarme abandonar.

Imagen de Rafael Robas

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