31.8.06

Mi vagabundo


El viento amainaba la lluvia, tras los cristales soñé que eras tú esa figura lejana acariciada por mis pensamientos, aquel vagabundo, aquella silueta sedienta de mar y de sueños se me antojaba como tu, y deje volar mi imaginación hasta aquella noche de ensueño...

Domingo... era un domingo cualquiera de un mes de invierno, el frio de la noche era insoportable hasta que apareciste tu, galante, triunfante por la puerta de mi casa... así te me antojaste, con toda la sabiduría que yo era capaz de reconocer en tu voz, entraste por mi casa como un viento huracanado que todos agradecimos... nos hacia falta reír... aquel no había sido un buen día, hasta que llegaste tu, con la risa pegada a los labios, con aquella carita inquieta y los ojos desorbitados tal vez por el rubor que escondías detrás... la verdad es que no lo se... no se que es lo que pudo ser, no lo entiendo todavía aunque ya han pasado ¿días, semanas, años?

La noche se estaba llenando con tu esplendor de estrella, las risas furtivas de ambos acabaron en miradas de complicidad, y si he de ser sincera tampoco me pareció para tanto, pero ahora se me antoja todo aquello como si esa noche no hubiera existido mas que en mis sueños.

Pero volvamos a la lluvia... la lluvia que esta noche te retrata en el cuerpo de mi vagabundo, el que hoy pasara frió solo por no ser tu, y que cuando se quiera dar cuenta de que tu no existes tal vez sea uno mas de esos indigentes que hacen cola para, tal vez, esta noche no dormir a la intemperie.

He soñado por un momento que mi corazón se ablandaba, he soñado en ser solidaria con él, solo por traerme tu recuerdo, y el corazón me ha pedido darle cobijo, darle aunque solo sea por esta noche la oportunidad de un baño caliente para mitigar él frió calado en sus huesos, un plato de comida precocinada sacada del congelador, para engañar a su viejo y cansado estomago una vez mas con las miserias de los grandes almacenes, la comida rápida. He pensado por una milésima de segundo en que tal vez hubiera un hueco en esta casa para ocupar esa cama que me sobra al fondo del pasillo.

De verdad que todo eso se me ha pasado por la cabeza pensando en ti, pero claro, es difícil arriesgar por un desconocido, es fácil ser solidarios con el pensamiento cuando nuestras manos no son capaces de mover ni un solo dedo por... este vagabundo de parque, en mi caso. Es fácil sentir culpabilidad sabiendo que ya se nos pasara, así que sin querer evitarlo, he vuelto a pensar en ti dejando que ese pobre de la vida volviera hoy a... no sé qué.

Hoy después de que el viento ya ha amainado yo seguía pensando en ti, pero desde luego cuando me di la vuelta y te vi en mi cama, durmiendo como duermen los angelitos, ya no me he sentido tan culpable, porque la compasión y esa “solidaridad” se ha borrado de mi cabeza al meterme en la cama y sentir que el frío de este invierno, ya no lo era tanto si me acurrucaba contra ti, por eso ya no me interesa saber que ha sido de él, ya no recuerdo ni siquiera si su silueta se parecía a la tuya, o si simplemente he dejado volar la imaginación, ya no quiero pensar en el hambre que se podría haber mitigado esta misma noche porque tengo el alma plena por el bienestar de mi vida, y por supuesto ya no me interesa pensar si esta noche en la calle helará, porque yo esta noche enciendo mi calefacción un día más contigo.

Hoy volviendo a leer todo esto, me he sentido una mas, sin diferencia. Porque nos tapamos los ojos a los actos de solidaridad, porque sí, nos acongojan las noticias... esas que decimos de mal gusto porque las ponen a las horas de comer, ... y pensamos que es todo para que nos remuerda la conciencia y cambiamos de canal. Hoy, volviendo a leer todo esto, he vuelto a querer cerrar los ojos para que todo ello, no me robe la conciencia.

26.8.06

Esta frágil mariposa


A veces me siento como una mariposa, que vuela sin saber ni donde posarse, hermosa, colorida, delicada, con las alas que llevamos al nacer, o al salir del caparazón. Mi vuelo es lento, pero seguro, a mi paso me voy despidiendo de todo lo que pasa por mi lado, del paisaje, de los números, incluso me he despedido de algunas personas. No me gusta la hipocresía, aunque a veces es necesaria. Hoy me he despedido del ochenta y tres, pero al contrario de lo que me imaginaba, la despedida no ha sido dolorosa, es como si siempre hubiera esperado que se fuera, pero nunca se iba el muy maldito.

En cambio hay veces que me siento como un enorme y pesado trozo de plomo, un cacho de metal nada mas, un pedazo de algo que solo tiene un objetivo en la vida, y que no razona porque no piensa, que no vive porque no disfruta de las pequeñas cosas que le rodean, y que no siente porque hace tiempo que dejo de sentir.

Un objetivo. Una meta. Solo una cosa en todo el día anda por la superficie de este pesado trozo de metal: El desayuno, la comida y la cena. Y no me basta con comer despacio y hacerlo en plato pequeño, ni siquiera me basta con saber que estoy haciendo mal, que hay cosas que no debo comer. Me puede… me pueden los sabores, me pueden los olores y hasta las formas. Me embriaga la sola idea de una comida en el campo, y no es por el paisaje, me enloquecen las cenas románticas aunque no hubiera sexo, comer en casa de mi suegra que cocina tan bien, las barbacoas en casa de Natalia, aunque llueva y no salgamos al jardín.

Pero todo esto va cambiando poco a poco, antes siempre era el pesado trozo de plomo y ahora voy alternando los días con la bella y frágil mariposa, ahora mi objetivo en disfrutar mas de la vida y comer para vivir. Es un camino duro pero no imposible. Es un camino por el que me encontrare seguramente con árboles en flor y cardos borriqueros. Nadie me dijo que fuera fácil, y aun así acepté el reto. Ahora no puedo mirar atrás, no quiero mirar atrás por si las leyendas se apoderan de mi y me convierto en una estatua de sal.

Hoy tengo un objetivo, una meta, da igual como lo llame, pero ya es mas de lo que tenía hace un mes, hoy tengo la alegría de irlo consiguiendo, de verme poco a poco reflejada en este espejo que me muestra la verdad, sin falsos argumentos, sin hipócritas comentarios. No necesito que nadie me diga que me ve mas delgada, ¡Soy yo la que lo esta viendo!

Así que aunque a veces soy un pesado trozo de plomo y otras veces esa mariposa de la que hablo, llegará un día en que simplemente me sienta Mariajo. En realidad ese es mi único objetivo.

24.8.06

Hoy soy un bodegon


Pongamos que soy un cuadro.

Hace tiempo fui un cuadro en colores, fui la pintura de un almendro en plena flor, fui flor misma de las que se pintan radiantes y a veces hasta fui la misma pintura. A veces me salía de este cuadro para verme desde fuera ¡Qué fácil que era entonces echar a volar! Cuando mis piernas no pesaban, cuando el Sol me sonreía…era cuando mis kilos no coartaban aquella libertad. Entonces el cuadro también se oscurecía, siempre he tenido mis cambios de color, pero justo aparecía un buen curso de pintura, me aliviaba el alma y me hacía una restauración.

Ahora que lo pienso ¿Qué fue de quellas fuerzas? ¿Dónde se marchó mi voluntad? ¿Cuánto tiempo he dormido sin verme siquiera?,¿y por qué justo ahora me he de despertar?

Se ha caido el cuadro de mi almendro, se ha roto y hay que volverlo a pintar, quiero ser el mismo cuadro, quiero ser dueña del almendro y quiero tener la misma facilidad para volar.

Me dices que escriba lo que siento, pero hoy por hoy mis manos me desobedecen, y escriben también mis sentimientos, aunque no se si lo parecen.

Volviendo al cuadro, hoy, soy un bodegón, pintado por la manos de un recuerdo, un recuerdo que ha perdido su color, igual nunca se pinto en colores.

En mi bodegón los platos no son grandes, los vasos no conocen ni el vino donde me crie.Pero de comida tenemos buen surtido, ¡Qué nunca pases hambre! ¡Como debe ser!. Y si se te ocurre irte al bodegón de enfrente, ese que esta pintado de color, mi surtido no será diferente porque hoy la que no debo pasar hambre soy yo.

La comida sustituyó a los verdes campos, los almendros los he cambiado por un jarron en blanco y negro, las flores por un tierno trozo de pan, el cielo lo cambié por mis tardes de encierro, y las nubes por mis ganas de volar.

Suerte que ya me he despertado, y el cuadro, lo he mandado a restaurar, un buen pintor me dijo un dia: ¡Que hermoso es tu cuadro!, lo tienes que enseñar

Y en eso ando ahora. Intentando enseñarme otra vez a pintar, porque nunca fui tan mala pintando como en estos ultimos años , porque nunca se me dio tan mal como para dejarme abandonar.

Imagen de Rafael Robas

22.8.06

Sequia


Hoy he salido a pasear en mi nuevo parque, se veía tan verde….. que de momento se me vino a la cabeza esta maldita sequía que no tardando mucho hará que el placer de lavarse la cara por las mañanas sea un auténtico lujo.

Me he tumbado en la hierba y he sacado el libro de turno, pero aquellos niños que jugaban me han distraído de mi propósito. Me he dado cuenta que el tiempo va pasando, que ya tengo treinta y dos, y que a veces me llaman señora, me he dado cuenta de cómo van cambiando los tiempos, aun arriesgándome a parecer mayor, me he dado cuenta de las diferencias generacionales.

Cerca de donde jugaban los niños ha pasado una anciana, roída por los años, estropeada por el trabajo, con sus dificultades al caminar incluso haciéndolo poquito a poco, y se me han abierto los ojos al ver lo que estaba pasando.

¡Qué falta de respeto! ¡Falta de humanidad! Esos chiquillos endemoniados que parecían divertirse antes, se han puesto a tirar arena a la anciana delante de mis ojos.

Todavía recuerdo cuando era pequeña, el respeto que se nos inculcó en casa por la gente mayor, por los profesores, por la familia, por la gente de alrededor. Todo eso parece haber desaparecido con los años, y todo aquello que nos machacaron nuestros padres lo hemos olvidado en un cajón y no hemos sido capaces de inculcárselo a nuestros hijos.

He sentido vergüenza, y ¿cómo no? he socorrido a la anciana. Claro que también me he llevado lo mío. ¿No decía yo que me llaman a veces señora?

Después he vuelto a tumbarme en el ceded, en otro lugar, donde reinara la tranquilidad y no hubiera niños cerca. He recordado por qué no quiero ser madre y me he olvidado que el césped esta verde a pesar que hay sequia.

21.8.06

Si yo fuera un cuadro


Amigos y hasta conocidos en todo el mundo:

Se necesitan razones a veces para la felicidad, aunque la tengas delante de las narices hay días que se te presentan de color oscuro y no clarean, hay veces que la virtud de pensar puede marchitar la poca alegría que puedes despilfarrar hoy porque la guardas para momentos mejores.

Es entonces cuando me asomo a la ventana del mundo y me doy cuenta que hay gente por delanta e incluso por detrás de mí. Y no quiero aferrarme al consuelo de “mal de muchos consuelo de tontos” precisamente por eso.

Veo marchitarse mi propósito, aunque se va y se viene del marchitamiento según las horas y los días. Mañana el día aparecerá como por arte de magia de color blanco y este trozo de papel que hoy escribo se me antojará en vano.

Esta tarde me vuelvo a asomar a esta ventana para ver, para verte, para verme, para veros, pero está el día tan gris, tan sombrío y tan apático que ni la voluntad aflora en mi. Me he sentado a ver pasar el día, y con eso no consigo nada. Sentandome solo consigo hoy un trocito mas de este malestar del que mañana doblemente me tendré que deshacer.

Y me asomo esta vez al espejo, a mirarme por si descrubro algo que no he visto, algo que se haya ido sin darme cuenta, me asomo al espejo esperando un vacio que apenas percibo pero que se va haciendo. No existen los milagros. Tal vez ni siquiera exista yo. Si hoy fueramos un cuadro, me borraria para volver a pintarme mañana.

15.8.06

Guerrero


En sus ojos habitan cuervos negros,

en su alma tristeza sin pasión,

corazón de un viejo aventurero

que aunque joven, ha enterrado su ilusión.

Soledad en el alma por bandera,

en sus ojos dice presa la maldad,

se ha sentado, y a la muerte espera,

como prisionero de guerra por llegar.

Mas su ángel le ha mirado con dulzura,

su sonrisa le ha robado la ansiedad,

asombrosa, entre todas tan magnífica…

que hasta él mismo pide vivir más.

Y un buen día entre línea y línea

un suspiro de amor se le escapó,

las sonrisas se volvieron alegrías

y el orgullo ya todo corazón.

El amor mató los cuervos negros,

la distancia aún endulza su pasión

y ese viejo corazón aventurero,

ahora es… el corazón de dos.

12.8.06

Zancadas


Sensaciones añejas y vitoreadas vienen a mi

en las tardes quietas en que te recuerdo.

En tu labios el cigarro me consume así,

como estos años. Parecia que estuvieras muerto.

A tu lado la paciencia y la belleza esta sentada,

es una pena, porque ella ya no puede andar,

sin embargo no te privas y andas a zancadas

en la vida, esa vida, donde ella no te alcazará.

En mis sueños tengo todavia doce años,

y me pregunto que es lo que pudo pasar,

por aquel entonces se rompió el encanto,

y después de aquello nada volvió ser igual.

La inteligencia con la que tu me llamabas,

dejo de serlo, para dejar paso a la sensibilidad.

Latente y dormida se escondio a horcajadas,

¿se escondía de ti? ¿o de tu hostilidad?

Y el viento movía las copas de los pinos,

y en la ribera del Duero quise yo dormir,

ver las grandes arboledas, probar el vino,

ni siquiera me acordaba que yo vengo de allí.

Hoy escribo como si se te fuera la vida.

Te siento en vida y por ello te pido perdón,

pero no quiero que mi condición de hija,

me nuble el pensamiento y me quite la razón.

Levanta la cabeza y mírala a la cara,

¿no presientes su belleza a tu alrededor?

aminora la pisada y tenla siempre cerca,

pues ella es lo único que tendrás cuando seas mayor.

Mariajo

Volcar a la realidad





Sé que el precio que tengo que pagar por no mostrar quien soy, es que vuelques tu imaginación en otro. El precio es alto pero, mis palabras son para ti, y eso es lo único que me importa en este momento.
No puedo dejar de soñarte sin conocerte, quizá ese anonimato que poseo en este lugar de los sueños, me crea una pequeña esencia de superioridad. Tú sonrisa me cautivó, tú cabello me apasionó y tu mirada me enloqueció nada más darme cuenta que eras tú a la que yo quería.
Sabes bien que no te veo, pero lo que no sabes es que los sentidos siempre están alerta. Tus labios dulcifican mis besos en extremo. Tu olor invade el pequeño espacio que hay entre los dos. Tu piel abrasa las yemas de mis dedos. Tus pupilas dicen que ardes de furtivo deseo. Y el sonido que producen los gemidos han desatado a los cuerpos.
Nuestros corazones bombean demasiada sangre por segundo mientras de nuestras manos brotan sabias caricias. El sudor que cubre nuestros cuerpos se transforma en agua bendita, el aliento de la respiración en éxtasis y tu sexo en mi templo.
Me convierto en creyente por un día, adoro irreverentemente a tus muslos y tu espalda inmaculada me produce vértigo. Puede que el infierno se apague, que el cielo se estampe contra la Tierra, pero yo seguiré aquí ante mi diosa del deseo.
Pronto descubrirías que en este tiempo he dedicado mi estudio a los pliegues más íntimos de tu cuerpo. Dibujando sin miedo las depresiones y valles de tu cuerpo. Recorriendo con el tacto la contundencia de tus blancos pechos; los oprimo suavemente, los compacto, los acaricio y los besos hasta perder mis dedos entre tus piernas y cediendo a la magia del momento todo nuestro protagonismo y deseo.
Los cuerpos van cediendo y perdiendo la simetría formada en danzarines arabescos ejecutados en un compás invisible. La calma tras la fuerte marea llega en forma de ternura cohibida, me acunas como a un niño notando mi aliente rozar entre tus húmedos pechos desnudos. Sonríes y te sonrío. Apartarás de mi el odio que sentiste. Volverán a brotar de mis manos caricias rebuscando entre tu melena alborotada el nacimiento de cada uno de tus cabellos.
Te vestirás lentamente recordando como perdiste cada prenda que llevabas puesta y poco a poco sólo quedará en ti el recuerdo de esa noche cuando mi aliento jugaba con tus pezones y el elixir que produjo entre nosotros tanto rozamiento.
Así me despido, con un sueño divino que cambió el devenir de nuestra historia y con un jadeo apagado en espera de tu cuerpo... (tiempo al tiempo)

No lo he escrito yo........

4.8.06

Hoy no te preocupes


Hay un mundo de nubes enfrente, desde esta rendija puedo ver las nubes entre los edificios que me rodean, el corazón me bombea la sangre, como si se alegrara de esta renovada vitalidad.

Una pierna delante de la otra, una y mil veces mas hasta cumplir con lo programado por hoy. Luego, un cambio de aparato de gimnasio, solo eso podra hacer que mi objetivo se cumpla sin quedarme muy flacida.

Y mientras pensaba esto, en mi Mp3 suena alternándose El Canto del Loco, La oreja de Van Gogh y Los Nº 1 de los cuarenta Principales. Hoy he intentado cantar al mismo tiempo, pero ha llegado un momento en que me faltaba el aire y he tenido que parar.

Después me he sentido bien. Yo creia que era mentira. Mentira que después de hacer ejercicio uno se pueda sentir bien, entre sudores y respiraciones entrecortadas, pero es cierto, me he sentido bien. En cuerpo y en mente. Por lo menos me libero del peso que me causa estar toda la tarde sentada en el sofa, aunque este leyendo.

Esta noche te lo voy a contar, y te pondrás contento por mi, pero se que sin decirlo pensarás “a ver cuanto la dura”, con toda la razón, pero mientras me obligue, mientras lo tenga tan al alcance de la mano, tu te seguiras alegrando por mi.

Asi que mañana mientras Zapatillas suene en mis oidos, pensare en ti, porque al fin y al cabo quiero que tu me veas bien y que no tengas motivos para volver a preocuparte por mi.

Te quiero.

2.8.06

Mi primera vez



Hoy ha sido mi primera vez. Parece raro que aun con 32 años se pueda decir esto, pero es cierto, tan real…. como la vida misma.

Hoy por primera vez he tenido la oportunidad de conocer a la persona que intentara guiarme en este año que me queda por delante. Hoy la he conocido. Se llama Ely.

Me ha parecido simpática, asi de primera impresión no puedo quejar, pues me ha gustado. Un buen comienzo para depositar mi confianza en ella.

También hoy ha sido mi primera vez en un tratamiento estetico para quitarme esas cositas que se nos aglomeran en gluteos, piernas y abdomen. No pensaba yo que me fuera a gustar tanto, asi que probablemente si en este año que me queda por delante sigo con la misma ilusion y las mismas ganas, pues entonces ya tengo un motivo mas para gastar dinero en algo que no sea comer.

Hoy me siento bien conmigo misma y con el mundo entero. Hoy… enterraria el hacha de guerra con todos aquellos con los que lo tengo o lo tuve levantado alguna vez. Hoy como diria el anuncio, me siento Flex

Asi que siguiendo las pautas que he de seguir durante el resto de mi vida para que todo funcione bien, tengo asegurado el bienestar para por lo menos……25 años mas……y luego… ya veremos

¡Qué cosas!¡Cómo se me va panchito!

1.8.06

Viento


Algo la rondaba por aquella cabecita que hoy se había levantado pensando en la vida. Cogió su bolso desgastado, lleno de papeles y un cuaderno y se dirigió al lugar donde se inspiraba... en ese lugar solía pensar en él.

Sentada sobre las rocas y bajo aquella cornisa que sobresalia en el aire comiéndose un trozo de mar, miró al horizonte, pensó en él otra vez, encendió un cigarro y la salitre se metió por sus venas cual droga de su niñez se tratara.

Se paseó por el día que llegó, se paseo por aquellas aulas que actuaban de colegio, recordó vagamente a aquel niño moreno que con tan solo nueve años hicieron que jugaban a ser novios sin ni siquiera atreverse a darse un beso o agarrarse de la mano.
Se le escapó una sonrisa cuando recordó que para decirse cosas se escribían en la arena húmeda de esa misma playa, en la que ahora esta sola, y luego el agua misma hacía de borrador.
Hizo un ademán de recordar todas sus trastadas cuando eran pequeños, pero solo se quedó con lo bueno. Ya estaba bien de tanto castigo,¿no?
Aspiró un poco más del humo de su cigarro y lo dejó caer sin darse cuenta de que el agua ya la cubría los pies. Su falda estaba mojada, pero la sensación era agradable, aún así se subió unos metros, sacó su viejo cuaderno que hacía años que no abría y escribió:


Mar, inmenso afán de regocijo
enemigo y amigo a mi pesar,
mar, en mi infancia yo he podido,
ser heroína de aventuras sin parar.
Mar de mis amores más tempranos,
donde de noche tu bien los guardarás,
rumores de ese amor ya muy lejano...
un rincón de mi alma...Nada más.
Mar, responsable de violencias,
responsable de penurias y demás,
mar que escondes tempestades
en tu espuma he de confesar:
Mar mi amigo desde niña,
¡Mar! ¡Robaste mi verdad!
y vendiste muy baratos a este viento
los besos que te quise yo mostrar.
Mar que incluso sufres ruinas,
mar que llevas vanidad,
en tu orgullo me conozco, tu me miras
y tu calma me inspiras sin cesar.
Mar de inmensas noches quietas,
mar... testigo de mi soledad,
cuando yo a ti, al mar, vuelva.
será porque necesito amar.



Tardó lo que se tarda en dar un suspiro, después de releer lo escrito, en arrancar aquella hoja y dejar que su dueño se la llevara. No sabía porque había salido aquello de su cabeza porque su verdad era otra.
Ella no estaba triste, ni sola. Si me apuras estaba viviendo el mejor momento de toda su vida. Conocía lo que siempre añoró, el amor de verdad, un amor reposado a veces tempestuoso otras, apasionado, cariñoso, paciente, un amor que nunca pensó encontrar, y que a veces todavía tenía dudas sobre si se lo merecía, y si no se cansaría algún día de aguantar su carácter.

¿Entonces por qué algo interno la había llevado a esa playa? ¿Por qué esa necesidad de escribir, sabiendo que todo lo que había escrito hasta entonces era triste?

Levanto la cabeza, y un soplo de brisa recorrió su blanca piel.Su mano cobró vida:



Viento que sabes donde vive,
se mi cómplice, hazle tu llegar
el mensaje que escribo sin botella
la llamada, hoy, de mi soledad.
Viento que me sabes y conoces,
¡Viento!¡Me tienes que ayudar!
hazle ver que le quiero con el alma,
que mis besos desprenden mi ansiedad.
Viento...¡corre!¡más deprisa!
¡Viento! ¡Detenle y traételo hacia acá!
estoy añorando ya su risa
sus caricias, sus palabras y su vanidad.
Viento demuestra que me quieres,
como aquellos días hace años ya...
que en mi falda clavabas alfileres
como esta linda arena...¡miralá!
Viento... traémelo radiante...
cubierto de ese aura, suyo nada mas.
Viento... me quedo aquí esperándole.
Se que no me fallarás.



Terminó de escribir, y abrió su toalla para tumbarse a esperar. En realidad... aquello no era solo un poema mas....


Mariajo