8.2.16

Abuelo


-



En la plazuela olvidada,
de aquel pueblo de ayer
de adobe las casas;
barro en los pies....
y el recuerdo entrañable
de una dulce niñez
el verano se ciñe
a un recuerdo de ayer.

En su viejo triciclo
aprendió a remover
calles, carretas y burros,
mieses, centenos y miel

Y un abuelo cansado
que su siesta no debe romper
cuando el reloj da la hora,
una vieja boina al revés,
sube la cuesta despacio
sabe que ha de ir a moler.

En la vieja Castilla
se esconde el recuerdo de ayer,
atrasado, dulcemente marchito
en esos adobes está, ¿no lo ves?

Ha crecido en triciclo sin ruedas,
ha crecido y fue junto a él,
que a la mano, de quien más la quería
garbanzos y trigo fue a recoger.

Hoy en día no queda nada,
ni trigo, ni eras... ni él...
que en la vida, como manda el destino
aquel viejo dejó de crecer.

Y se fue en silencio y sin vida,
se fue sin que ella se fuera con él.
En la vieja iglesia allá en Castilla
su llanto sonaba como suena la hiel.

Y por el camino del cementerio,
las piernas notaban su padecer,
aquella cuesta que lleva al sepulcro
se hizo más larga de lo que siempre lo es.

Ha venido la mitad de Castilla,
ha venido... y ha venido por él.
En su pelo blanco pasaron los años
y en sus grandes manos pasó mi niñez.

Hoy he vuelto a mi pueblo de siempre,
hoy he vuelto a su lado otra vez,
hoy he vuelto a leer al adobe,
hoy he vuelto a volar junto a él.

Mariajo (4/6/2004)




Hoy pensaba en el aquí y en el como...

Es difícil que nos paremos a pensar en ello, en este día a día que nos absorbe, y que no deja que miremos ni a izquierda ni a derecha.

Pero hoy pensando en el aquí, pensaba que era fácil dejarse llevar por la vida, dejarse llevar por la corriente, es como ir a un concierto y ponerte en primera fila, no puedes luchar contra el movimiento o caerás. Asi que nos dejamos llevar por la corriente que nos arrastra a la mentira si cabe, nos arrastra a ser iguales o parecidos, a no despuntar por nada y no llamar la atención por todo si se da el caso de que eres diferente. ¿Y sabes por qué?  Por miedo, porque tememos ser señalados. Señalados por no ser buenos padres si no sigues la corriente moderna de la crianza natural, señalados por no trabajar si es que has decidido quedarte en casa precisamente para seguir esa  corriente, señalados si sales con las amigas mas de la cuenta, y te das cuenta justo cuando dejas de cuestionarte por estos motivos, que da igual lo que hagas o lo que dejes de hacer, porque incluso en esa maraña, en esa corriente que nos arrastra y que no deja que miremos a izquierda o a derecha, sacamos tiempo, precisamente para eso, para señalar.

Y yo propongo aquí y ahora...

Ya que la vida es corta, ya que la tenemos que vivir rápida porque el trabajo la educación de los hijos y la propia vida que va tan rápido, no nos da para más, ¿por que no hacemos una proposición de deseos íntimos o no íntimos¿ ¿Por que no dejamos de mirar al de al lado para criticar? ¿Por qué si miramos  no lo hacemos con otros ojos?  Que más da su aspecto, que más da su carácter, que más nos da si como carne o pescado si lo que de verdad importa es lo que yo le puedo aportar?
¿No crees que hoy, aqui y ahora, sería un buen momento para bañarnos de realidades y dejar la banalidad de la ropa, los zapatos y los lazos, y proponernos por un instante mirar a esa persona que tienes al lado para proponerle felicidad? ¿Y como se hace eso?, diras........

Pues bien, es muy facil. Se hace tendiéndole la mano, se hace escuchando de corazón, (no para contestar), se hace ayudándole en lo que puedas y cuando puedas. Y sobre todo, se hace, no juzgando ni aunque conozcas su historia.

La felicidad no se la vas a dar tu, pero puedes ayudar  y contribuir a no hacer justamente lo contrario.

Se hace no creyéndote mejor que nadie, se hace con humildad. Que cuando te van bien las cosas sepas ayudar al otro, y que cuando te van mal, puedas pedir ayuda. Se hace  siendo buena persona, se hace mirando con los ojos del corazón y no con los del egoísmo. Se hace sin rencor, se hace....

En realidad se hace solamente con el corazón.

Tres años


A veces el pensamiento se dispersa y te lleva a tiempos remotos donde estabas tu y me acuerdo.
Me acuerdo de cuando no se compraba agua en botellas y el agua del parque venia en tu bolso pero en tarro de cristal.
Y me acuerdo de aquella noche en vela cosiendo nuestro disfraz de payaso porque era para el día siguiente.
Y me acuerdo de hacer los deberes y estabas tu....siempre estabas tu.
En todos aquellos momentos de vida y de infancia estabas tu y ¿sabes? Ahora que ya no estoy en mi infancia, ahora que además entro en mi madurez y ahora que es cuando te necesito es cuando no estás, es cuando te has ido para no volver. Y me dirás que piense que nunca te fuiste que no me has abandonado que te llevo  en mi corazón y me enrabio porque eso son palabras que suenan muy bien pero que son solo palabras. La realidad es otra.
La realidad es que no estas. Que te fuiste y que no vuelves y se me caen lagrimas con mis letras pero no vuelves. Que el momento fue inoportuno y que hoy te necesito. Y no estas...
Que no he vuelto donde vivías por no sentir mas tu ausencia. Que cuando levanto el teléfono y pone tu nombre se que no serás tu. Que mis hijos no te conocen. Que mis palabras y esta carta caerán en el mismo saco donde guardo mis besos y mis abrazos. Que sigo guardando tu numero de teléfono en mis contactos. Que tus ojos me miran desde la foto de mi salón.
Y es que a veces cuando me siento débil insegura  y confusa te echo la culpa por no estar, pero al mismo tiempo después de soltar la ira y amargura que a veces produce en mi tu ausencia, me acuerdo de ti, pero esta vez de verdad.
Y vuelvo a pensarte en calma a pesar de la tempestad en que te tenia envuelta tu enfermedad, te pienso en verde como el color de tus ojos... Y me sonríen ... Tu ojos verdes me sonríen desde detrás de los cristales, me sonríen una vez mas...¿Y tus manos? Tus manos reflejan todo lo que no te atrevías a expresar, y daría mi reino por cogerte las manos y echar a volar.
Al final me doy cuenta después de la rabia, que hace ya 3 años que te fuiste y que no me quito la sensación de pérdida que sentí y que aun siento y que...
Pues eso que eras como el poema de Neruda. (Me gustas cuando callas,porque estas como ausente) pero esta vez....me temo que si sea cierto.
Te quiero.