Vieja amiga, solitaria y casi valiente,
enciendes nostalgias solamente en mí.
Y te envalentonas y apenas entiendes
que hoy por ti y mañana será por mí.
Enciendes las luces de tu falsa guarida.
miro hacia dentro con mucho pudor
rebusco en tu orden y de paso en tu herida
y solo encuentro en tu casa amargura y dolor.
Se que intentas esconderte de todos,
detrás de un amor al que le tejes la red
y se rompe, y la coses, y el te mete los codos
y tu vuelves a apelar a lo noble que es.
Y tenemos la suerte de saberte en tu herida.
con las lagrimas crudas del amor que se fue,
pero tu coses y coses, y te dejas en ello la vida
aunque sepas que siempre tendras que coser esa red.
Mariajo
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