Esta necesidad mia de meter mis narices donde no me
llaman…
Implicarme donde no me han llamado o donde no se
atreven a decir que no me meta…
Esta necesidad tal vez, de cargarme a las espalda una
mochila que no es mia. Yo ya tuve la mia en su día, y aquello volverá algun
dia, lo sé, pero… ¿necesito ser yo?
A veces me planteo mirar a la derecha y si me apuras
hasta la izquierda, a veces quiero y deseo la indiferencia hacia los demás
.
Que la vida me pase sin calar, que no me llegue hasta
las huesos como yo procuro que me entre.
Soy capaz de trastocar mi vida ya cargada de sinsabores
mentales, en una obligación que seguramente no me corresponde solo por el
orgullo de no querer perdonar.
Quisiera pensar que por un momento lo hago con el
corazón, pero no es del todo cierto.
Quizás te parezca que me muero por ayudar, pero no me
va la vida en ello. Son desagradecidos, ¿alguien me ha ayudado a mi? Y aún asi,
aunque sea de refilón o rozando con la yema de los dedos, ayudo, y escucho y
sufro y rabio y contengo el genio en ocasiones y en otras, exploto… ¿Cómo no?
Un día te escribi una poesía, fue premonitoria de lo
que te esta pasando. Pero ha pasado
tanto desde entonces que me temo que la puerta no se va a abrir mas para ti…
Y me enrabio con solo pensarlo, y me afecta tanto y
tanto… que pìenso en retirarme y fijar la vista en otro lado.
No se expresar lo que siento, ya es raro…
Asi que… quizá no sea tan malo.
Mariajo
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