3.4.08

Echar de menos


Hoy necesito dirigirme a ti y quererte con la misma intensidad que cuando te maltrato y dedicarme a ti en cuerpo y alma que transformo en estas letras, quiero sentirte y hacerte valer todo cuanto te mereces. Eres valiente, pero hace un tiempo que te noto distinta, acobardada, escondida tras esos kilos de grasa que no puedes negar y que hacen de ti una persona introvertida y a veces antisocial.

Recuerdo…, te recuerdo entonces cuando nada te paraba, tu siempre estabas, siempre ibas y venias, te atrevías con el mundo como el mundo se atreve hoy contigo. No te escondías de nadie. Hoy todo es distinto.

Veo una inseguridad, una necesidad de protección que no te corresponde, no corresponde al decálogo de necesidades que siempre has tenido. Ahora pides mucho más, antes todo era distinto. Y parece que me anclo en el pasado y ya habíamos decidido que hay que mirar hacia delante. Lo que nos espera es mucho mejor, aunque es distinto.

¿Qué puedo hacer para que las emociones que antes te albergaban vuelvan a saber y a sonar como estas que tienes ahora o las que vendrán?

Supongo que esta es la crisis de los treinta y cuatro. Una crisis efímera e irreal. No existe, no está aquí. Solo la creo hoy para poder poner excusas a lo que escribo y no sentirme tan culpable al pensar la verdad.

Hoy necesito hablar de ti, de los adentros que te acompañan, de los afueras evidentes. Vuelvo a poner mis fuerzas y mi mente en quererte tanto como te mereces sin darte concesiones que no te has ganado y sin embargo a veces me siento desfallecer. Aun así te quiero.

Te quiero tanto que me dueles. Tengo tan impregnada tu esencia en mí, que hasta cuando estoy alegre me dueles. Y no se que hacer para hacerte mía y dejar de ser dos.

Igual parece que esto no se supera, a veces parece el camino mas largo que he recorrido jamás. Confesaré que ha sido espléndido, ha sido fantástico y el mejor de los caminos que he andado. Cuando todo era luz, y eran prados, y esos verdes se teñían de esperanzas que aun hoy se visten de fuerzas para seguir un poco mas como ella nos enseñó.

En serio que necesito salir. En serio que necesito mi casa y mi árbol y mi prado y mi rio y mi patio chino… ¿por qué no? Si en ellos me veo reflejada y me siento en paz. Y en ellos te calmas y parece como si también me quisieras…

A veces lo echo de menos y como hoy mis letras adquieren el tono de la melancolía, pero es falso. No me siento así. No estoy melancólica, no estoy apática ni sombría. Estoy radiante de volver por un momento a entrar en mi mente para poder hablar contigo. No quiero volver a perder esta comunicación, así que, por favor, ten encendido siempre el “móvil”

Te quiero

3 comentarios:

  1. Anónimo20:44:00

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. nice blog. http://www.winsyfotografi.com/

    ResponderEliminar
  3. Anónimo3:59:00

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar